lunes, 6 de mayo de 2013

LA GLOBALIZACIÓN EN EL SIGLO XXI

Lala globalización y su impacto en la educación, así como las características que deben tener los nuevos profesionistas que estarán ligados a una visión de mundo. Por ende, establecemos la necesidad de redefinir los contenidos curriculares de las universidades, ya que la tendencia educativa es a la homogenización del conocimiento a escala mundial, lógicamente con las diferencias sustanciales de cada lugar o región dependiendo de sus formas culturales. Ello nos conducirá a caminos que converjan en la superación educativa y  a la formación internacional. 
Nos cuestionamos si la globalización, como producto occidental y en el presente siglo, nos llevará al tan ansiado desarrollo a través de la educación y de la información, así como de las nuevas habilidades que se deben tener para enfrentar un planeta con ciertas características homogéneas. Así también, nos interrogamos  si   traerá el tan ansiado equilibrio económico entre los países desarrollados y subdesarrollados. 


Por otro lado, observamos cómo se generan nuevas habilidades debido a la organización de las empresas internacionales y con ello el cambio de los perfiles curriculares que se deben tener, ya que es necesario que las escuelas generen dichas características y a su vez, diferentes valores. 
Ahora bien, comenzaremos por decir que a  la globalización se le han dado diferentes definiciones y enfoques: por el lado de las definiciones  se le ve como un proceso que tiene que ver con la economía, el arte, la cultura, la religión, etcétera. 

A todo lo anterior consideramos necesario buscar los inicios de la globalización para saber de dónde proviene y lo que podemos hacer para modificar el actual rumbo para beneficio de toda la sociedad en su conjunto. Una aldea global  en donde  las oportunidades sean para todos. 
La globalización es  vista desde planos diferentes y en muchos casos se argumenta que es un cumplido más de la teoría del desarrollo que se dio en el espacio de América Latina, misma que comenzó a  florecer desde las tesis duales con Raul Prebisch y la CEPAL, Theotonio dos Santos, Enrique Cardoso, Edelberto Torres-Rivas, Samir Amín y hasta el mismo Pedro Vuscović exministro de economía de Salvador Allende. 
Lógicamente la contraparte era el pensamiento marxista de la dependencia representado desde el ángulo socioeconómico por Ruy Mauro Marini, Theotonio dos Santos, Vania Bambirra y Carlos Sempat, quienes siguieron la pista de André Gunder Frank y anteriormente de Paul Baran y Sweesy, cuya tesis central era eldesarrollo del subdesarrollo.
Algunos de ellos como el caso de Vuscović, Marini o Sempat, aunque tenían enfoques diferentes, mantenían una gran preocupación por el beneficio social;  por el desarrollo económico. Preocupación que mostraban en el aula y que nos daban a entender en diversas ocasiones. Por cierto, todas estas teorías crearon un lenguaje nuevo y fresco que relacionaba el desarrollo y el subdesarrollo, la dependencia y contradependencia, el centro y  periferia, así como el concepto  metrópoli- satélite. Tesis que se manejaban dialécticamente y que intentaban en un lenguaje dialectico explicar los problemas económicos de América Latina.
Por otro lado, y ya desde los 60, Immanuel Wallestein dejaba ver ciertas consideraciones en torno a un comportamiento que se venía dando. Desde la Universidad estatal de Nueva York,  analizaba situaciones que empezaron a trasparentar la atmósfera sociológica en donde se estudiaban factores que estaban afectando al mundo en su conjunto. Dichos factores se basaron en una cosmovisión que se trasformaba sistémicamente. Los factores que tuvieron mayor impacto en el desarrollo interno de países pequeños fueron el nuevo sistema de comunicación mundial, los nuevos mecanismos de comercio mundial, el sistema financiero internacional, y la transferencia de conocimientos y vínculos militares, el conocimiento y el armamentismo. Todo ello dio origen a la teoría de los sistemas mundiales, que explican de diferente manera las interpretaciones de las tesis duales. 


La globalización y su impacto en la información, el conocimiento y la cultura
Las tesis sobre la globalización se encuentran entrelazadas con la polémica del desarrollo como ya lo hemos escrito. Por ende, nos cuestionamos: ¿Es la globalización la que nos llevará a ser países desarrollados? ¿Es la globalización educativa la alternativa a seguir para encontrar el desarrollo? Estos dos elementos son importantes en la medida en que el desarrollo tiene que ver con la educación y viceversa. 
La respuesta hasta el momento sigue discutiéndose y por lo tanto debemos tener cuidado con la respuesta. Lo cierto es que la globalización puede ser enfocada por los cambios a escala educativa que se vienen dando. Para nadie es un secreto que la globalización de los mercados trae como consecuencia productos homogéneos; tal y como nos lo menciona Theodore Levitt (1991). Levitt hablaba de la homogenización del producto y establecía que  impactaba en la producción y en la venta del mismo. Los costos disminuyen y por ende las ganancias aumentan. Sin embargo, las críticas llovieron  y fue atacado por el lado de la cultura. Consideraron que  la globalización económica trae consigo patrones de comportamiento que si bien hacen al producto parecido, no es idéntico y mantiene formas diferenciadas de acuerdo a las maneras de ver el mundo. Una hamburguesa es diferente en China o en Alemania. Y en efecto, el producto diferenciado no es más que el reflejo que cada cultura tiene por sus propias formas de enfocar las cosas.

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